En nuestros días es habitual el uso de las llamadas naves industriales, que son espacios diáfanos y altos utilizados para la instalación de maquinaria, almacenaje y usos varios. En el diseño de estas naves se necesitan soluciones estructurales diáfanas, con este objetivo se recurre a las de estructuras de tipo marco rígido ya que nos da una mayor amplitud del espacio sin barreras arquitectónicas. Dentro de este tipo de estructuras podemos encontrar dos tipologías fundamentalmente: los marcos de hormigón armado o pretensado, y los marcos metálicos tipo cercha o tipo pórtico.
El problema fundamental para las naves industriales construidas con hormigón es su precio, son sustancialmente más caras que las estructuras metálicas, ya que las vigas delta de hormigón pretensado o armado son demasiado pesadas para luces grandes, lo que al final repercute en mayores armados y sección de hormigón. Además del coste de fabricación, transporte y elevación, lo que las hace prohibitivas frente a los pórticos de acero, una viga “Delta” de hormigón pretensado, requiere unos moldes muy caros y una mano de obra muy costosa, requiere una manipulación y tiempos de trabajo mucho mayores, ademas del coste de transporte debido al enorme peso que tienen estas piezas digamos “completas” de demasiada longitud para el transporte. Habitualmente se argumenta a su favor que las estructuras de hormigón soportan mejor el fuego, pero nada más lejos de la realidad, porque una estructura metálica con una simple mano de pintura de tipo intumescente, sigue siendo bastante más barata e igual de resistente al fuego.
Frente al hormigón las estructuras de acero prácticamente no requieren manipulación para la construcción de las naves industriales, pues las estructuras se fabrican ya con con su forma final. Sólo hay que adaptarla en sus extremos para soldarla o atornillarla y para finalizar basta con una aplicación de la pintura intumescente que comentamos anteriormente para dar por acabada la obra, esto abarata mucho los constes de construcción y acorta mucho los plazos de obra.
En resumen las diferencias de precio y tiempo de construcción entre una estructura de hormigón y una metálica son muy grandes por lo que teniendo en cuenta que ambas soluciones nos van a dar el mismo rendimiento de uso claramente las estructuras metálicas son la mejor opción para la construcción de naves industriales.